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Francisca Aranda Morales: Los frutos de una incansable determinación

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  • La Estudiante de Magíster en Química es una de las 25 finalistas que expondrán su testimonio en un libro digital impulsado por la empresa 3M.

 

Incredulidad. “La distinción de 3M me llegó sin esperarlo. Cuando envié mis antecedentes, lo hice sin alguna esperanza ya que ¿Cómo es posible que alguien como yo, que viene de una familia de bajos recursos y que estudió en un colegio municipal pueda, entre cientos de científicas, estar dentro de las 25 científicas más destacadas de Latinoamérica?”

Para Francisca esto era algo utópico. Recordó que pese a todas aquellas personas que le dijeron alguna vez que no era lo suficiente inteligente o que solo había tenido suerte y que debía buscarse algo más fácil, hicieron este  reconocimiento mucho más significativo e importante. “Mencionar que estoy sumamente agradecida de todo el equipo de 3M por considerar mi trabajo y por dejarme compartir este “podio” con mujeres científicas tan increíbles.

El ebook con las historias de las 25 Mujeres en la Ciencia: Latinoamérica 2022, es una plataforma de amplificación e historias inspiradoras que se han destacado por su trayectoria con impacto social.

Respecto a su amor por la ciencia, Aranda explica que “desde niña quise ser científica, yo pasaba tardes enteras realizando «experimentos» en casa. Con el tiempo descubrí que los experimentos que efectuaba en casa correspondían al área de la química. Seguí esa línea y la continúo hasta el día de hoy”.

“Ingresé a la Universidad Católica de la Santísima Concepción a estudiar Química Ambiental como carrera de pregrado. Actualmente sigo la línea de la química y estoy cursando el Programa de Magister en Ciencias con mención en Química, UdeC, y desarrollo un proyecto que se basa en el diseño de biomateriales a partir de la corteza de pino que permiten ser de utilidad en la remoción de metales, reemplazar materiales absorbentes que actualmente no son biodegradables y en gran parte generan grandes focos de infección, entre otras posibles aplicaciones (que están en investigación)”.

Además, destacó Aranda, “estoy en conversaciones con algunas organizaciones de Perú para evaluar la posibilidad de que este biomaterial pueda ser de utilidad para la remoción de hidrocarburos en diferentes sistemas acuosos Sumado a eso, realizo mi tesis de magister con el Dr. Bernabé L. Rivas en el área de polímeros. Buscamos el diseño de un biomaterial que permita la remoción de antibióticos en sistemas acuosos y de alguna manera generar un aporte a la comunidad y evitar que la gravedad de la resistencia a los antibióticos sea una fuente de preocupación de corto, mediano y largo plazo”.

– ¿Cuándo nace la idea de ser científica?

Desde pequeña fui curiosa con respecto diferentes fenómenos,  trataba de buscar las respuestas cuando visitaba la Biblioteca Municipal de Concepción junto a mi madre o desarmaba aparatos electrónicos para saber qué tenían dentro y “cómo funcionaban”. A medida que fui creciendo,  mi curiosidad aumentaba y encontré que en el área de las ciencias podría encontrar las respuestas a mis interrogantes. Aunque crecí en una familia de bajos recursos y donde nadie antes había ido a la Universidad, nunca me cuestioné el hecho de que quería seguir una carrera científica. Así fue que con el apoyo completo de mi madre pude optar a la carrera que quería. En 2013, guiada por mi pasión en temas relacionados a las ciencias y el medio ambiente, entré a la carrera de Química Ambiental de la UCSC, donde participé en una variedad de proyectos en diferentes áreas y fui ayudante en una amplia cantidad de cursos. Hechos que ayudaron en mi formación académica y personal.

A medida que iban pasando los años en la universidad, mis objetivos siempre fueron claros: quería continuar el camino del aprendizaje. Para ello elegí la UdeC, y hoy estoy cursando el Magister en Ciencias con Mención en Química, y ciertamente con miras a continuar estudios más avanzados.

 -¿Encontraste algún impedimento o sesgo machista en esta área?

En algunas ocasiones se ha mencionado que las carreras científicas “son de hombres”. Sin embargo, he visto y comprobado que ese tipo de afirmaciones carecen de toda lógica. No existen carreras exclusivas para hombres y/o mujeres, el conocimiento es para todas las personas y todas deberíamos hacer buen eso de aquello.

Como anécdota: En una ocasión, en la entrega de algún premio me regalaron un libro de cocina. Quedé con muchas interrogantes.

-No muchas mujeres ocupan cargos de liderazgo en el área científica, ¿qué piensas de esto, cuál es tu experiencia en esto?

El hecho de que las mujeres que ocupan cargos altos sean pocas, dice mucho sobre nuestra cultura machista – patriarcal, donde se piensa erróneamente que los hombre son “mejores líderes”. Como mujer feminista, estos términos me hacen mucho ruido e incluso me atrevería a decir que son términos nefastos. En una sociedad que está en constante crecimiento y que mira a otros países como ejemplo, la educación, la equidad e igualdad deben ser puntos importantes para que hombres y mujeres trabajen en equipo e igualdad de condiciones (incluyendo las mejoras en temas de la desigualdad salarial).

-Si pudieras dar un mensaje respecto a la ciencia y a escalar comercialmente en beneficio de la salud, industria o bienestar, ¿ cuál sería?

 Las ciencias, en sus diferentes áreas, son el pilar fundamental de todo el progreso de la sociedad. Mientras más accesible es la ciencia en edades tempranas, más cantidad de científicas y científicos vamos a tener y, con ello, se aumenta con creces  la calidad de la salud y los procesos productivos industriales. Es por esto que la educación es un factor importante en cuanto al avance científico tecnológico y es de esperar que la Universidad de Concepción, al ser uno de los núcleos más importantes de la educación a nivel nacional pueda llevar la educación, ciencia y tecnología más allá del campus mismo, sino que de ser posible, llevar conocimiento a cada rincón de la región.