- Con sólo 30 años, Ángela Hidalgo, Bioingeniera de la Universidad de Concepción, no sólo ha maximizado su perfeccionamiento en ciencias, también buscó salir del laboratorio al mundo de la innovación, desde la región del Biobío.
Desde muy temprana edad, Ángela, oriunda de Concepción, sabía que lo suyo era la Biología y las Matemáticas, recuerda que hasta llegó a representar a su colegio en olimpiadas, con excelentes resultados. Sin embargo, el momento de decidir qué estudiar no fue fácil.
“Después de discernir varios días sobre qué hacer en mi vida, decidí postular en primera opción a Bioingeniería y segunda, a Psicología, ambas en la UdeC, y aquí estoy, siendo científica y bioingeniera y creo que no pude haber tomado una mejor decisión. Desde entonces llevo casi 12 años siendo alumna FCB (Facultad de Cs. Biológicas), pasando por Pregrado, Magíster y ahora Doctorado y, además, siendo investigadora en algunos proyectos en el Laboratorio del Dr. Jorge Toledo, quien me ha formado en toda la parte práctica de la investigación y en la parte de proyectos I+D”, señala.
Los frutos del esfuerzo
El 2016 fue un año clave en la carrera de la candidata a doctora en Biotecnología Molecular, cuando decidió, junto a su colega Nicolás Gutiérrez, crear el Centro de Desarrollo e Innovación Biovacuvet SpA, que fue posible gracias a un fondo de Corfo I+D. Allí, prestan consultorías y asesoramiento en biotecnología e investigación, con foco en la salud veterinaria, principalmente.
En Biovacuvet es la directora, cargo que ha repetido en varios proyectos y concursos en los que ha participado como líder de equipo. “He sido directora de dos proyectos que nos hemos adjudicado en la empresa y me ha tocado dirigir estas investigaciones, tanto los experimentos como al equipo de trabajo. Me gusta organizar y dirigir cosas y creo que podría ser buena líder en grupos más grandes algún día”, señala con la humildad de una verdadera líder.
Ángela no descansa. En 2021 y pese a la tremenda carga de estudios y trabajo, decidió realizar el Curso de Verano “Innovación de Base Científica: de la Estrategia a la Aplicación”, que ofreció el Plan Ciencia 2030 UdeC.
La misma entidad también colaboró con el programa de emprendimiento Desafío High Tech de IncubaUdeC. En este concurso, ella fue líder de equipo en el proyecto “ABC Biovax” relacionado a una vacuna contra la tuberculosis, y, obtuvieron el premio Ciencia 2030.
Ser mujer y Científica
¿Encontraste algún impedimento o sesgo machista en tu área?
Creo que no, igual es difícil de responder, porque hasta hace unos años uno normalizaba muchas cosas machistas que ahora se identifican como tal y quizá si existieron. Sin embargo, cuando formamos nuestra Startup con Nicolás y nos ganamos nuestro primer proyecto, me vi en situaciones con personas que no me conocían, que en principio asumen que el hombre es quien sabe más o maneja más información, cosa que ha cambiado mucho hasta la fecha.
Respecto a mujeres en cargos de liderazgo en el área científica. ¿Qué piensas de esto, cuál ha sido tu experiencia?
Si bien, hace algunos años no se veían muchas mujeres en cargos de liderazgo en las ciencias, esto ha cambiado bastante. Me gusta ver que el día de hoy en nuestra región tenemos a la Decana de la FCB, mujer, a la vicerrectora de I+D UdeC, mujer, a la Seremi de Ciencias Macrozona centro-sur, mujer, a la directora de Corfo Biobío, mujer, y, espero que muchas más logren cargos de liderazgo, sobre todo en el área de las ciencias. Esto es más que posible.
¿En qué estás, cuáles son tus proyectos o proyecto más significativo?
Estoy en varias cosas. Pero principalmente, haciendo mi tesis del doctorado, que coincide con el tema con el que ganamos el Desafío High Tech, así que es un desarrollo 2×1: “Desarrollo de un candidato vacunal mucosal contra Mycobacterium tuberculosis”. Además, pronto comenzaré las mentorías y actividades de IncubaUdeC y Ciencia 2030, para ir entrando más en el mundo y conocimiento del emprendimiento.
En paralelo, estoy trabajando como directora del proyecto I+D de Biovacuvet que nos adjudicamos recientemente, dirigiendo las actividades de investigación, y encargándome de algunas gestiones del mismo proyecto y de la empresa.
Si pudieras dar un mensaje respecto a la ciencia y a escalar comercialmente en beneficio de la salud, industria o bienestar, ¿cuál sería?
Que la ciencia, sobre todo las ciencias biológicas, no son de un día para otro. Muchos desarrollos en nuestras áreas quedan parados porque requieren de alta inversión con retornos no inmediatos, sino que, en años posteriores, y esto desmotiva a muchos a seguir investigando cosas con potencial aplicación porque no se avanza como uno quisiera y porque muchas convocatorias para fondos evalúan el “tiempo al mercado” que en nuestro caso es bastante.
Me gustaría pedirles a las autoridades como al Ministerio de Ciencias, Tecnología e Investigación y al de la Salud, que tomen más en cuenta las investigaciones que hay en Chile, que no las miren en menos, que no les resten importancia, que tengan interés en aportar económicamente o como apoyo para obtener otras fuentes de financiamiento.
También le diría a las grandes empresas e inversionistas, que no miren para al lado cuando se trata de salud y desarrollo de tecnologías que puedan aportar tanto económicamente como socialmente, que vayan a las universidades y se darán cuenta que hay mucha investigación de calidad, muchas ideas, muchos sueños que están ahí esperando a que alguien los apoye.